martes, 15 de septiembre de 2009

! al límite ¡

Salvar la vida de una persona es como enamorarse;
yo hace mucho tiempo que no salvo a nadie.
La mejor droga del mundo.
Días después aún caminas por las calles y todo te parece infinito.
Una vez, durante varias semanas, no podía sentir el suelo, todo lo que tocaba era ligero...
La abundancia se abría a mis pies,
me caían flores del bolsillo.
Te preguntas si te has vuelto inmortal,
si también has salvado tu propia vida.
Dios ha pasado a través de ti.
Por qué negarlo...
durante ese preciso instante,
¿fui Dios?

1 comentario:

Johanna dijo...

Gracias a vos Flor, por detenerte a leerlo. mucho que no hablamos, tenemos que juntarnos un sabado todas a tomar matesssssssss.
un besito, gracias de nuevo.